Poema «creciendo en niñez» · Taller de poesía con Raúl Eguía Recuero

 

Poema «creciendo en niñez» 
Taller de Poesía con Raúl Eguía Recuero

Este poema ha brotado del encuentro con las palabras humildes de un sacerdote centenario, 100 años y cada vez más un niño …  se titula «creciendo en niñez»

«creciendo en niñez»

veo que me llamas
poco a poco — te veo
mi Dios, niño
tu hermosura
todo el ser puesto en el Padre
abandonado del todo
esperando

esperándome — te veo
mi Dios, niño
y me llamas
a crecer en niñez
a dejarme
—en Ti— 
del todo

hija de la Iglesia


Santa Teresa de Jesús

Vivió y murió como hija fiel de la Iglesia. 

A su muerte dijo: 

«Al fin muero, hija de la Iglesia»

(Monasterio de la Anunciación de Alba de Tormes, 4 de octubre de 1582) 

en lo secreto


 «Tu Padre, que ve en lo secreto...»
Mateo 6, 6

en silencio y Esperanza

«En silencio y Esperanza procurad vivir siempre»
Santa Teresa de Jesús

Fuente de Elías
Monasterio Stella Maris (Monte Carmelo) · Carmelitas Descalzos

➡️ Aquí puedes ver y descargar la «Regla Primitiva»
escrita por San Alberto de Jerusalén:

Poema «un nuevo día» · Taller de poesía con Raúl Eguía Recuero


Poema «un nuevo día»
Taller de poesía con Raúl Eguía Recuero

Este es un poema muy especial, ha sido escrito a 6 manos y un solo corazón. Brotó una mañana en un día sencillo como este … se titula «un nuevo día» «un nuevo día» Hoy los pájaros cantan y el sol día de esperanzas de ilusiones de Amor de ese Amor tan grande que Dios nos ha dado a manos llenas y corazón rajado ese Amor hoy de canto y Luz de sol y pájaros

«alma entreabierta» por Raúl Eguía Recuero


«alma entreabierta»
Raúl Eguía Recuero

Cuidadosamente garabateada se nos regala la realidad. Así, mansa, humilde, como la vemos, como está a nuestro alrededor hoy. Ahora mismo Dios nos está haciendo querer amarle de la misma manera que Él no ama, con detalles pequeños, con delicadezas. Porque no estamos solos, no vivimos solos. La poeta Emily Dickinson decía: «La Verdad debe deslumbrarnos gradualmente» y Dios, que es SIEMPRE PADRE, mira nuestra alegría de niños cuando tropezamos con un tesoro aquí o allí en lugares inesperados que nos sorprenden… Él disfruta cuando tenemos los ojos muy abiertos, como de niños para asombrarnos. Entonces, la vida se vuelve extraordinaria, pero se vuelve extraordinaria en lo ordinario, y nos damos cuenta de que existen maravillas escondidas y de que tenemos un Padre Bueno, que nos habla en esa belleza cotidiana; como se elevan las oraciones silenciosas, con esa Belleza de un manantial que sigue brotando vivo y todo lo sostiene. Tenemos un Padre que es nuestro anhelo, nuestro origen y destino, … nuestro Padre. Hoy, en esta realidad cotidiana —en esta delicadeza que el Señor nos regala—, queremos que nuestra alma «se mantenga entreabierta», como decía Dickinson, que se vaya abriendo, abriendo y abriendo largamente, que se abra… y vivir DE AMOR… en asombro, en humildad, dando gracias como hacen los niños.