solo por ti


«Solo por ti, para venir solo una vez a ti, 
Jesús permanecería en la soledad del Sagrario durante siglos: 
considéralo y corresponde»  

Beata María Cándida de la Eucaristía, ocd

sin Mí no podéis hacer NADA

«No olvidemos jamás que la prosperidad y la decadencia de una época dependen proporcionalmente de su devoción a la Sagrada Eucaristía. Esa es la vara para medir su Vida Espiritual y su Fe, su Caridad y sus Virtudes… » 

San Pedro Julián Eymard

almas enamoradas

 «La presencia de Jesús en el Tabernáculo ha de ser como un polo de atracción para un número cada vez mayor de almas enamoradas de Él, capaces de estar largo tiempo escuchando su Voz y casi sintiendo los latidos de su Corazón

“¡Gustad y ved qué Bueno es el Señor” (Sal 33, 9)»

San Juan Pablo II

«Custodiar el nosotros» · Raúl Eguía Recuero

 

«Custodiar el nosotros»
Raúl Eguía Recuero, escritor

Con tanto ruido como tenemos alrededor no nos damos cuenta… necesitamos descubrir de nuevo el nosotros, como la primera vez… Estas palabras son «una llamada a custodiar y cultivar el nosotros» para matrimonios, esposos,… especialmente con San José.

«Es una maravilla el pararse juntos, el detenerse juntos y descubrir lo que lo que es verdaderamente importante, lo único necesario porque muchas veces con tanto ruido que tenemos alrededor no nos damos cuenta de que el Amor, el Fuego del Amor, lo que nos une en el matrimonio, nace de Cristo… es Cristo mismo… y desde ahí, con Él, es como podemos descubrir ese nosotros, descubrirlo de nuevo como la primera vez—como esas personas que se aman y se vuelven a ver como la primera vez que se vieron—.

Es desde ahí desde donde podemos contemplar el Amor que Él nos tiene, cómo Él nos ha elegido, cómo me ha elegido a mí para mi esposa y a mi esposa para mí porque Él ha querido…  nos ha elegido para un nosotros con Él.

Creo que eso es lo que debemos custodiar, ese nosotros con Él y no solamente custodiarlo sino también cultivarlo. Cultivarlo como se cultiva… sosegadamente, con paciencia, con tiempo, desde un encuentro íntimo con el Señor y siempre con Él; pasando tiempo juntos con Él… porque es en Él donde todo va sucediendo, porque es la Fuente que va brotando, así, como como en un susurro, como esa acequia que va regando nuestra tierra, la tierra de nuestro matrimonio… y Es… y brota, así, desde el interior, desde el silencio, desde esa intimidad y va lavando nuestras heridas y calmando nuestra sed y nuestras ansias.

Y sin Él, tenemos todos experiencia —al menos yo la tengo—, aunque lo intentamos tantas veces no podemos nada, todo se cae… y, sin embargo, con Él todo es posible. 

Siempre con Él, porque Él ha venido para vivir con nosotros, para estar con nosotros. Sólo con su Luz, con su calor, con su Agua es la única manera en la que podemos vivir y vivir plenamente, en abundancia, con profundidad.

Muchas veces nos planteamos, pero... exactamente ¿qué es lo que tengo que hacer? Esa es la pregunta que tantas veces han hecho también los filósofos: ¿cómo debo vivir? Y Jesús responde… Él se pone como modelo, pero también para las familias nos muestra un modelo que es la Sagrada Familia. 

De la Virgen María podríamos decir tantas cosas: Santísima, Bellísima… como decía Santa Bernardita, que es tan guapa que quiero morirme ya para ir al cielo y volver a verla… de María podríamos decir tantísimas cosas, pero para nosotros, que somos varones, que somos esposos, padres, trabajadores, Dios eligió a José.

San José es el guardián, el custodio, el que trabaja calladamente dando la vida por su esposa y por su familia...  José es un hombre de silencio, es decir, que el Señor eligió un hombre de silencio, un hombre de escucha, de adoración, de trabajo, de intimidad, de corazón profundo … 

Es a esto a lo que nos llama el Señor a nosotros, a los esposos, a los padres, a nosotros que somos hombres de acción… nosotros que vivimos tan llenos de tantas palabras, de tantas superficialidades, de tantas noticias, ajetreos, de tanta fiebre del ritmo brutal que tenemos — que decimos que no tenemos tiempo pero sí tenemos tiempo para tantas cosas urgentes que no sirven para nada y nos dejamos lo importante— … el Señor eligió para Él, y como modelo para nosotros, a San José. 

Cuánto tenemos que aprender de San José: aprender a quedarnos en silencio —como decía el bueno de Fray Juan de la Cruz: «Callando para que hable Dios»—, aprender a escuchar, aprender a esperar, perseverar en paciencia… porque aunque parezca que uno no hace nada o no sucede nada, cuando estamos con el Señor, y estamos con el Señor juntos, Dios está con nosotros, está uniendo este nosotros, alentando este nosotros… haciendo nosotros cosas maravillosas sin que nos demos cuenta… 

Es así como el Señor va trabajando en los matrimonios, en las familias, en el silencio, en el nosotros… porque Dios está y hace y quiere que estemos juntos».

«¿Cómo escribir poesía?» · Raúl Eguía Recuero

 

«¿Cómo escribir poesía?» 
Raúl Eguía Recuero

«La verdad es que no sé qué decir verdaderamente, porque ni soy un teórico de la poesía, ni un profesor, ni tampoco un experto en poesía, simplemente he leído poemas desde hace mucho tiempo y la poesía ha comenzado a brotar, allí, a los pies del Señor y lo único que tengo son esos pequeños poemas… tan pequeños que lo único que piden, mendigan al Señor, que los use para acercar un alma a su Corazón.


Así que no puedo ayudar salvo diciendo que todo es un misterio, que escribir es un misterio, primero para uno y también, luego, para todos los que están alrededor; y que hay que dejarse en ese misterio, hay que acercarse a la Fuente que es el Señor y mantener los ojos fijos en Él —lo que uno puede—, en el silencio. Mirarle a Él, mirar a Dios… y en ese mirar a Dios, decía San Juan de la Cruz una cosa muy bonita, que a mí me fascina, decía: “El mirar de Dios es amar”pues de ese Amor que Él nos regala, de ahí, brota la poesía, los poemas… porque la poesía es como esa llama, esa llama que vemos, ahí, al lado de esta Sagrada Familia,… no es artificio, no es ningún tipo de estructura, es como una semilla de fuego, que ilumina cualquier noche y que no se puede apagar; como decía San Francisco de Asís: “Ni toda la oscuridad del mundo puede apagar la pequeña luz de esta vela”… pues eso es la poesía. 

Así que invitarle a que mire al Señor, especialmente en el silencio, en el recogimiento, en la adoración… y, desde ahí, ir escribiendo de a poquito, encontrando esos poemas que van brotando y, sobre todo, asombrarse… Todo lo hace el Señor». 

«Pan nuestro, somos suyos»: El desafío de preguntarse qué significa estar vivo.


[ENTREVISTA a Raúl Eguía Recuero, escritor, 
en MATER MUNDI TV]

«Pan nuestro, somos suyos»
una novela visceral, apasionante, vital del escritor Raúl Eguía Recuero... porque NO es un juego estar vivo.

Para jóvenes y adultos (a partir de 12 años). 

Ya disponible en en AMAZON en TODO el mundo. 


MATER MUNDI TV 

En su última novela, Raúl Eguía aborda esta gran cuestión que, antes o después, nos hacemos en algún momento de la vida. Muchas veces surgen en la adolescencia, pero también acompañan toda la vida cuando las respuestas no llegan, o no se quieren aceptar.

‘Pan nuestro somos suyos’ es una novela que plantea el reto de afrontar las grandes preguntas y también propone algunas respuestas sobre el sentido de la existencia. Y una de esas preguntas fuertes es “¿qué encontrarías tú si te miraras dentro?”.

Y ¿qué hay de la identidad, la muerte, la orfandad, el amor, la luchala necesidad y sed de pertenecer? ¿de averiguar si nos quieren y si alguien nos espera…?

En un entorno actual y juvenil, se desarrolla este thriller con un desenlace sorprendente.

Como libros anteriores de Raúl Eguía, ‘Pan nuestro, somos suyos’ nace desde el silencio, la oración y la escuchaDesde ahí -dice el autor- los personajes empiezan a asomar, cobran vida y se va construyendo la historia de esta novela visceral, fresca y vital, con tintes de guion cinematográfico, que es el sector profesional del que procede Raúl Eguía.


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