¿Cómo influye la Eucaristía en la vida cotidiana? ¿Ser o hacer? ¡El peligro del activismo! ¿En mi agenda tiene espacio Dios? Dios está hoy esperándome en el Sagrario, ¿pasaré de largo?
Matrimonio y Eucaristía [Parte 2]
Entrevista a Raúl Eguía Recuero, escritor
Conchita Guijarro (Radio María): ¿Cómo influye la Eucaristía en una vida cotidiana, Raúl?
Raúl Eguía Recuero (escritor): Creo que la Eucaristía lo más importante que nos hace es detenernos. En este mundo tan rápido que tenemos, que llegamos tarde a todos los sitios, especialmente cuando tenemos una vida activa, el poder detenerte, estar en silencio, aprender a escuchar al Señor, es absolutamente necesario. Tenemos una tendencia normalmente a hacer hacer hacer y eso es un peligro muy grave, porque ese es el peligro del activismo, del voluntarismo, donde creemos al final, si nos metemos en esa línea, que todo lo hacemos nosotros por nuestras propias fuerzas…
Conchita Guijarro: Hay que ser más que hacer.
Raúl Eguía Recuero: Exactamente.
Conchita Guijarro: Ser.
Raúl Eguía Recuero: Ser… y cuando estás con el Señor, el Señor te dice: «Yo soy». Desde ahí ya parte todo lo demás.
Conchita Guijarro: San Juan Pablo II, citando a San Juan de la Cruz en la homilía a los jóvenes del 15 de marzo del 2005, dijo: «Reconocemos que San Juan de la Cruz tenía razón cuando decía, "Adviertan, pues, aquí los que son muy activos, que piensan ceñir al mundo en sus predicaciones y obras exteriores que mucho más provecho harían a la Iglesia, mucho más agradarían a Dios, dejando aparte el buen ejemplo del que si darían si gastasen siquiera la mitad de ese tiempo en estarse con Dios en oración”». ¡Qué fuerte! O sea, ganaríamos más estar en oración con el Señor que haciendo cosas.
Raúl Eguía Recuero: Claro, es que es en el fondo, si uno lo piensa bien, el hecho de que yo no me pare a estar con el Señor en el fondo es una falta de confianza en que Él puede hacer; y Él nos ha dicho: «Sin Mí, no podéis hacer nada». Y lo de nada, nosotros lo tachamos y decimos: «Bueno,… ¿algo podremos hacer?» No, no, el Señor es muy claro, dice: «Sin Mí, no podéis hacer nada». A mí me gusta mucho una frase que decía San Ignacio de Loyola: «Si tienes trabajo, reza una hora. Pero si tienes mucho trabajo, reza dos». No nos damos cuenta realmente que no nos podemos separar de Él y conforme nos metemos en el activismo, en el hacer hacer, al final nos vamos secando y cuando ponemos la vista atrás, decimos: «¿Qué nos está pasando?». La realidad es que nos hemos alejado de la Fuente.
A veces a los jóvenes les digo: ¿tú qué eres? «A mí me gusta mucho el mundo del cine»; Pues, entonces, imagínate que te llamara Steven Spielberg o Mel Gibson a Hollywood para tener una entrevista con él. Entonces, tú cerrarías tu agenda para eso, igual con cualquier otro en cualquier otro campo de tu interés. Y sin embargo, con el Señor, que es el Rey de Reyes, el Todopoderoso, el que ha creado todo, le ponemos siempre en la agenda el último… si me da tiempo, entonces estoy contigo. Y el Señor tiene que ser el centro.
Conchita Guijarro: Y qué pena da entrar en una iglesia y ver los sagrarios vacíos sin personas. San José María decía que cuando fuéramos por la capital, cuando pasáramos por una iglesia, que no pasáramos de largo, que había que entrar a saludar al Señor, aunque solo fuera decir hola y adiós.
Raúl Eguía Recuero: Me imagino como padre, estar en mi casa, en la terraza, y ver que mis hijos pasan por delante, por la calle y no tocan para hablar conmigo, aunque sea un minuto, para decirme: «Papá, mira, vengo a saludarte y te doy un abrazo». El padre se quedaría mirando cómo pasan sus hijos, con una gran tristeza en el corazón, ¡son mis hijos! … De la misma forma, el Señor está ahí en el Sagrario siempre esperando, deseando que vengas, contando el tiempo para estar con nosotros.
➡️ Fragmentos de entrevista realizada por Conchita Guijarro para «El Matrimonio, una vocación» · Radio María. Para escuchar la entrevista completa [Podcast]: https://radiomaria.es/podcast/el-matrimonio-una-vocacion-14-07-25/