«¿Cómo tener intimidad con Dios?» · Raúl Eguía Recuero

«¿Cómo tener intimidad con Dios?»
Raúl Eguía Recuero, escritor.
 
El Señor va haciendo con cada uno de la manera que uno puede entender, porque nos conoce, sabe cómo es nuestra naturaleza, lo sabe todo de nosotros.  Él sabe la mejor manera de llevarnos a esa intimidad. La única forma es estar con Él, pasar tiempo con Él, como uno pasa tiempo con un amigo —como decía Santa Teresa—, con alguien que nos ama, que nos quiere, que lo sabe todo de nosotros.
 
Decía San Juan de la Cruz una cosa muy bonita: «el mirar de Dios es Amar». Dios nos mira y nos ama y nos ve con alegría. Esa es la experiencia, estar con Él… y en ese estar con Él, tiempo con Él, tranquilos con Él, pues el Señor va haciendo.
 
Es verdad que a veces brotan cosas en el corazón, a veces brotan también lágrimas, a veces brotan esas caricias y, muchas veces, también está el silencio.  

Es como ese juego de amor entre enamorados, a veces hay miradas, a veces hay gestos de cariño, a veces hay silencio… y conforme va avanzando el amor pues esa experiencia también va cambiando… pero la experiencia es: ESTAR CON ÉL, dejarse en sus manos, dejarse amar por Él —que es lo que muchas veces nos cuesta—. Dejarnos amar, especialmente, en esas cosas que tanto nos cuestan; lo decía Santa Teresita: «la confianza y nada más que la confianza puede conducirnos al Amor»… es ese estar confiadamente en sus manos, abandonarse en Él y la única manera es ponerse ahí, delante de Él, y… ESTAR.
 
Es verdad que muchas veces, al principio, uno va con todas las preocupaciones que tiene y se las va poniendo ahí al Señor pero… estar con Él de esa manera tan bonita y tan necesaria porque Él nos está esperando, porque Él es el que nos llama, el que nos atrae, el que nos pone ahí con Él y nos dice: «Ven… Yo soy tu descanso, Yo soy tu Paz, Yo soy todo para ti… déjame este ratito estar contigo, déjame que me recree contemplándote» Esta es la Belleza del Señor, la Bondad del Señor y, de ahí, va partiendo esa intimidad, de a poquito, cada uno a su ritmo, cada uno a su forma