«Quiero contaros una cosa que me sucedió con nuestro Señor. Teníamos un cuadro de Cristo en el convento; y estando yo un día delante de él, me pareció estaría más decentemente en la iglesia. Y con deseo de que no sólo los religiosos le reverenciasen, sino también los de fuera, lo hice como me había parecido. Después de tenerle en la iglesia puesto lo más decentemente que yo pude, estando un día en oración delante de él, me dijo: Fray Juan, pídeme lo que quisieres, que yo te lo concederé. Yo le dije: Señor, lo que quiero que me deis es trabajos que padecer por Vos y que sea yo menospreciado y tenido en poco»
San Juan de la +